Al maestro le tocaron clases con muy buenas generaciones de zagueros.

Como de costumbre, a pesar de que Edinson Cavani y Luis Suárez suelen llevarse todos los flashes, lo mejor del equipo estuvo en la zaga. ¡Qué buenas generaciones de zagueros que la han tocado al maestro! Desde Diego Lugano, Andrés Scotti y Mauricio Victorino, en los inicios del proceso, pasando por Diego Godín y Sebastián Coates, que jugaron ayer, hasta el propio José María Giménez que hace ya un buen tiempo que juega y que sin embargo tiene cuerda para rato.

El "Faraón" y "Seba" volvieron a estar a la altura en un partido que se presentaba como de los más "chivos" de la Eliminatoria. Un equipo competitivo en un escenario inusual: bajo un calor infernal e inmerso en un alto porcentaje de humedad.

Y bancaron la parada nomás… Una vez más, llevaron voz cantante del equipo. Sólidos, aguerridos, trancando cada pelota como si fuera la última, como nos gusta a los uruguayos, se ganaron los aplausos del puñado de fanáticos celestes que se ubicaron sobre la segunda bandeja de la tribuna oficial.

Despiertos para anticipar al rival, ágiles para ganar por arriba y sin ningún tipo de vergüenza para reventarla cuando las papas quemaban. Así lo hicieron.

Es una zona de lujo que tiene el entrenador. Cuando falta alguno, entra otro y rinde. Se pone la camiseta como si fuera el zaguero habitual y responde.

Coates ahora volvió a tener su chance, como en la Copa América 2011 y durante incontables veces en estas dos últimas Eliminatorias, y volvió a demostrar que está a la altura de esta camiseta. Aún cuando tenía poco rodaje en Europa y ahora que en el Sporting de Lisboa encontró su lugar en el Viejo Continente.

Del "Faraón", en realidad, hay poco para decir. Nada es nuevo. Capitán y pico que tiene este grupo. Un zaguero con la garra que siempre han caracterizado a los uruguayos pero con la clase y la elegancia de un futbolista formado en el fútbol europeo.

Con ellos… Con Diego Lugano, con Diego Godín, con Sebastián Coates, con "Josema" Giménez o con el que sea, pero con ellos, hasta la guerra.

ÁNGEL ASTEGGIANTE

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