Estimados compañeros:

Veo con mucho dolor e impotencia que, en las vísperas de la dilucidación de un fallo trascendente para nuestra Institución, algunos consejeros siguen realizando manifestaciones públicas sin medir el daño que pueden generar con su proceder a los intereses del club al que todos representamos.

Hoy me han informado que el consejero Areco, que no viene concurriendo a las sesiones del Consejo Directivo por razones seguramente muy valederas, ha realizado sí manifestaciones en un programa de televisión, con cuestionamientos fuertes a la actuación de la Comisión de Seguridad de la institución. El consejero Areco habría puesto en cuestión la falta de profesionalidad en la integración de dicha comisión y habría anunciado que pedirá explicaciones a los demás integrantes del Consejo.

Una vez más apelo a la comprensión de todos los señores consejeros, para que entiendan que estas manifestaciones hacen un daño quizá irreparable a la institución. Parece claro que se predispone a que se adopte un fallo negativo para los intereses de nuestro club. Después de todo, si los propios dirigentes de Peñarol se muestran divididos en público respecto a un tema tan sensible, ¿qué podemos esperar de quienes deben fallar en este caso? Como dice Martín Fierro “los hermanos sean unidos, que esa es la ley primera”...

A eso debo agregar que me comuniqué en el día de hoy con los miembros de la Comisión de Seguridad, hipotéticamente renunciantes, de acuerdo a lo que desde dentro del club se ha señalado a medios de comunicación. Y resulta que los miembros técnicos y especialistas de esa comisión el Sr. Gustavo Acosta, Director de Seguridad del ScotiaBank y el Sr. Julio Lestido, que sabemos es uno de los referentes en conocimiento en la materia, tanto para el Ministerio del Interior, como para la sociedad toda y por suerte para nuestro querido Club, me han manifestado que siguen trabajando en la Comisión de Seguridad y que no se prestarán al manejo mediático que se quiere instalar, y que tanto mal le hace al Club.

Todos sabemos que el Consejo Directivo siempre mantuvo tolerancia cero a la violencia, y que así así hemos actuado todos, sin fisuras, en todos los casos. ¿Por qué entonces en una situación tan delicada que nos toca enfrentar se hace tanto esfuerzo por marcar perfil en los medios de comunicación y se expone a la institución a sanciones, a multas y daño reputacional? ¿Qué es lo que se busca con esta actitud?

Por lo tanto, apelo a la sensatez y el amor por nuestra querida institución, para poner a Peñarol por encima de los beneficios personales o réditos políticos que cualquier compañero pretenda.

Cordialmente,