Marcelo Saracchi se despidió ayer del complejo de los de la franja: "Llegué al club a los 13 años, no es fácil partir", reconoció

Marcelo Saracchi entrenó ayer en el complejo de Danubio sin saber que sería su última práctica en el club donde creció. Era consciente que su pase a River Plate era cuestión de horas, pero aún tenía la mente puesta en el partido frente a Nacional, por la segunda fecha del Clausura.

Es más, el volante nacido en Paysandú hace 19 años integró el equipo titular en el trabajo táctico que ordenó Gastón Machado. Y el técnico, que se fue rápidamente del complejo rumbo al aeropuerto porque una de sus hijas se recibía en Porto Alegre y él hizo un viaje relámpago para estar a su lado, se fue sin saber que se había concretado el pase de uno de sus jugadores clave.

“Hasta ahora tuve la mente puesta en el partido del domingo. Obvio que tenía en la cabeza el pase, pero a veces las cosas se caen, no se te dan y después cuesta unos cuantos días recuperar la autoestima. Por eso no había querido ilusionarme antes de tiempo”, dijo Saracchi, con una madurez impropia de los 19 años que cumplió hace apenas cuatro meses.

“Irme de Danubio no resulta fácil para mí. Llegué cuando tenía 13 años al club y me siento en mi casa. Y además estaba muy ilusionado con el plantel y con el arranque que tuvimos. Queríamos pelear cosas grandes. Es muy difícil partir, más con 19 años. Estoy con muchos nervios y mucha ansiedad, porque es la primera vez que me toca salir”, contó.

A propósito del buen inicio, Saracchi se despidió con un golazo, de tijera, el tercero de Danubio ante Wanderers. “La que no me salió contra Venezuela en aquel partido de semifinales, me salió frente a Wanderers”, dijo riendo.

“Acá siempre van a surgir futbolistas de las formativas y demostrando que hay jugadores para rato en Danubio”, afirmó sobre lo que puede significar su partida para el club.

“Chelo lo está viviendo con al alegría propia de cualquier botija y nosotros también por él. Esto es característico en el fútbol uruguayo y en un club como Danubio. Lamentablemente, los tiempos de las negociaciones no son los de lo deportivo y eso complica”, admitió Gastón Machado. “Estamos felices por Chelo que tiene un potencial bárbaro y también por el club que necesitaba un ingreso económico. Y se le va a abrir la posibilidad a otro jugador que deberá estar a la altura para sustituirlo”.

SILVIA PÉREZ

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