Publicidad

A los "tuertos" los miran distinto

Compartir esta noticia
Larriera, en una práctica de Defensor Sporting. Foto: Ariel Colmegna.
[[[ ]

Mauricio Larriera pone su sello en el equipo que hizo un culto del fútbol avaro: “No soy lírico, sino romántico”.

Un partidazo con ritmo europeo ante Nacional; seis goles a un equipo como Rentistas, de un técnico "bicho" —según sus laudatorias palabras— al que por algo Mauricio Larriera le dijo: "Manolo (Keosseian), para mí es un honor estar con usted en una cancha"...

En fin. Por un prejuicio que mucha gente del resto de los clubes chicos tiene respecto a Defensor Sporting por la zona en la que reside la mayor parte de su hinchada; porque aún con menor convocatoria que los dos grandes fue 4 veces campeón uruguayo; y hasta por un estilo que terminó asociado a su nombre, dándole un perfil conservador y avaro, a Defensor siempre se le miró distinto en el fútbol de cabotaje, y su arranque en el Torneo Clausura reafirmó ese rasgo.

"El primer partido fue de mucha intensidad, mucho ritmo. Según la planificación, debíamos hacer eso, porque Nacional iba a querer darle una revancha a los muchachos que habían tenido el traspié en la Copa y, además, venían de jugar 48 horas antes. En lo que hace a nuestro equipo, el primer tiempo fue también de mucha precisión en velocidad, algo que no es fácil encontrar, porque tenemos jugadores muy inteligentes y muy bien dotados; pero, es verdad, no parecía un partido del fútbol uruguayo. Con Rentistas fuimos más contundentes, pero ya el dominio de la pelota y el terreno los tuvo más Rentistas, el resultado no reflejó lo que fue el partido, y se jugó a ritmo cansino. Vieron lo que pasó con Nacional, fueron a llevarnos al ritmo de ellos, y lo lograron".

A las miradas habituales este Defensor Sporting actual agregó otras, dirigidas a su técnico, el mismo que —con una grifa muy diferente a la tradicional de los violetas— hizo gran campaña con el modesto Racing el año pasado.

"Cuando hablamos con los dirigentes, la primera pregunta fue mía: qué esperaban y por qué querían a Larriera y su cuerpo técnico en Defensor. Si me decían para salvarnos del descenso, les hubiera contestado: No somos el cuerpo técnico para eso; pero me dijeron: Queremos ver lo que vimos en Racing. Creo que Defensor ha ido mutando su estilo. El del Polilla contra el que jugamos las finales de 2009 con Pelusso en Nacional, ya no tenía el típico juego de antes. Estoy convencido que no hay que perder las raíces, pero hay que irse actualizando. Desde que FIFA da 3 puntos por ganar, ya empatar y perder es lo mismo. Si voy a empatar o perder, va a ser con la intención de buscar los 3 puntos, sin regalarse, porque no soy fundamentalista, ni lírico; es un trema de gusto, soy romántico".

No hay caso, a los "tuertos" siempre los miran distinto; pero esta vez con cuatro ojos: por el estilo y los resultados.

Un título o... mínimo, una copa

"Defensor es otro grande. Lo percibo, y lo percibía de antes. Yo no me veía hoy en Defensor. Quizá por los estilos, pero lo veía lejano. Es un club modelo, tiene las mejores formativas del país, con muy buena captación… así que sabíamos que el desafío iba a ser buscar un campeonato o, mínimo, una copa. Acá no se puede pensar en el descenso. Cuando se juega la permanencia no se debe jugar pensando en eso, y esa fue la aventura en Racing. Acá la aventura es: Vamos a buscar, pero a ganar el Torneo Clausura y, mínimo, una (un lugar) Copa Sudamericana".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Larriera, en una práctica de Defensor Sporting. Foto: Ariel Colmegna.

DEFENSOR SPORTINGJORGE SAVIA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad