Publicidad

La clave de Plaza Colonia: siempre mate

Compartir esta noticia
Foto: Fernando Ponzetto
[[[ ]]]

Los “patas blancas”: de una posible desafiliación... ¡al éxito!

Hace poco más de un año y medio, Plaza Colonia estaba a punto de no presentarse al Campeonato Uruguayo de la Segunda División Profesional por serios problemas económicos. El viento cambió en el Oeste del Uruguay y esta tarde, el pata blanca tiene una chance histórica: ser campeón del Torneo Clausura.

Cerrando un 2013 negro en materia deportiva, la directiva de Plaza tenía números rojos. La solución no aparecía por ningún lado y a la cancha iban los de siempre a ver al equipo.

Y uno era Roberto "Chiqui" García, por ese entonces ayudante técnico de la selección de Colonia. "Me acuerdo que Plaza perdió un partido 2-0, me estaba yendo y dos dirigentes me gritan: Chiqui necesitamos una mano. Al siguiente partido lo mismo. Les dije que yo no podía dirigir porque no tenía carnet profesional y ahí fue que me contaron que no se iban a presentar a jugar, que la directiva ya estaba cansada de los gastos y que la plata no aparecía. Precisamos ideas nuevas y si no aparece aire fresco vamos a dejar porque eso es insostenible. No tenemos fuerzas ni energías, me dijeron".

A García le sedujo la idea de armar un proyecto. "Me pidieron que agarrara la parte de fútbol, que precisaban meterle mucha cabeza y sobre todo, ganas. Ahí les pedí que me consiguieran el presupuesto de Primera y de las formativas para ver cómo venía la cosa. No me pareció nada del otro mundo para ser un equipo de la B y ahí comenzamos a hablar. Para mí era viable. Hablamos, nos reunimos y desde mi parte estaba todo bien, pero me faltaba lo deportivo y ahí recurrí a Carlos Manta, un gran amigo que me dio el fútbol", recordó.

Por ese entonces, Manta no pasaba por su mejor momento. Lo cesaron de Miramar Misiones a cuando apenas faltaban dos fechas para que el cebrita lograra el ascenso a Primera División sin explicación. "Me echaron. Se ve que se querían llevar los laureles que uno cosechó durante mucho tiempo. Quedé desmoralizado y si volvía a trabajar lo hacía en el exterior o en el interior del Uruguay, lejos de la contaminación de Montevideo".

García y Manta se fueron unos días a Buenos Aires junto a sus respectivas esposas. La consigna era pasar unos días juntos, pero el objetivo diseñar el proyecto Plaza Colonia. Y ahí comenzó todo. "Nos juntamos con los directivos, presentamos la propuesta, aceptaron y salimos a la cancha. Hoy estamos muy felices", remarcó Manta.

Los dos sabían que tomaban riesgos y que Plaza Colonia en ese momento era un fierro caliente, pero se tiraron a la piscina a ver si tenía agua y vaya si la había. "Sabíamos que era arriesgado, pero el fútbol es la tumba de los cracks. Todos los grandes empresarios que se creyeron que iban a dominar fueron fracasos enormes y fortunas que desaparecieron. Acá la gran ventaja que teníamos era que conocíamos Colonia por dentro y eso ayudó mucho. También colaboró estar a 180 kilómetros de Montevideo porque encontramos una tranquilidad para sobre llevar esto. Hoy vivimos un momento excelente y no tenemos la contaminación que hay en Montevideo", dijo Manta.

La gente y el mundo del fútbol se preguntan por estas horas y desde hace ya varios meses cuál es el secreto de Plaza Colonia. Y tanto García como Manta, coincidieron en un elemento tan simple como sorprendente: el mate.

Sí. El mate es la clave del equipo pata blanca. "Nos une", dice Manta. "Acá no ves contratistas merodeando en el Parque Prandi, tampoco representantes. Vienen los vecinos, los amigos, charlamos y tomamos mate", agrega.

"Lo dije cuando me lo preguntaron una vez y lo sigo sosteniendo porque el mate es como un engranaje que hay entre todos los que llevamos esto adelante. Nos reunimos con los directivos y hay mate, con el cuerpo técnico lo mismo y ni que hablar con los jugadores. Hay una química impresionante y esa también es otra de las claves", remarcó el "Chiqui" García.

Cuando Roberto García y Carlos Manta se hicieron cargo del fútbol, el giro de Plaza Colonia fue de 180 grados. "Ellos se hicieron parte de todo lo relacionado al fútbol y nosotros pasamos a encargarnos más de lo social. Ahí empezamos a crecer. Fue un click. De 150 socios en 2010 ahora tenemos 900 y vamos por más", contópor su parte, el dirigente Sergio Fernández Pos.

García remarcó eso y habló de la importancia de que el club crezca en lo social: "Colonia es un mercado amplio y un club como Plaza tiene todo para crecer. Nosotros nos hicimos cargo del fútbol y lo primero que hicimos fue poner la casa en orden porque no se puede hipotecar la economía".

Presupuesto: US$ 65.000 mensuales.

El presupuesto de Plaza Colonia, incluyendo Primera y formativas es de 65.000 dólares mensuales. "Pagamos sueldos mínimos porque más no podemos; el presupuesto se ajusta a nuestra realidad", dijo Roberto García.

Compraron un ómnibus en un remate.

Al principio fueron a un remate a comprar un ómnibus para reducir el costo de los viajes. Tienen 58 viajes a Montevideo. Y construyeron dos dos casas en el Prandi para los chicos que son del interior de Colonia.

De cortar papelitos a la presidencia

Sergio Fernández Pos tiene 42 años y con 38 fue presidente de Plaza. “Fui uno de los más jóvenes, no sé si el menor”, le contó a Ovación. Amigo personal de Diego Lugano, Fernández recordó que “cuando Plaza jugaba al fútbol amateur empezamos a ir con un grupo de amigos a ver al equipo. Después nos hicimos profesionales en la B y nos juntábamos a armar la fiesta en la tribuna: cortábamos papel, cruzábamos a Buenos Aires a comprar bengalas de humo para darle color a la tribuna. Recuerdo que mientras sostenía las banderas tenía a ‘Nico’ Lugano (hijo de Diego) colgado de mi pantalón. Hoy tiene 16 y ya es todo un jugador”, añadió el dirigente que sigue en contaco con la “Tota”.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: Fernando Ponzetto

PLAZA COLONIAENRIQUE ARRILLAGA

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Plaza Coloniahistoria

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad