En la columna anterior escribí que veía favorito a Argentina, pero eso es lo lindo del fútbol, los partidos hay que jugarlos y todo puede pasar.

Argentina empezó mejor, siendo superior y llegando más veces al arco rival. Eso sucedió hasta la lesión de Di María, para mí el jugador clave de la selección Argentina y el socio que Messi necesita en la selección. Es el mismo jugador que hizo falta en la final del Mundial y en la del sábado; el que une el medio con el ataque; el que asiste a Messi y le da un respiro al equipo con sus arranques. Además de tener mucho gol.

Cuando se encuentra Di María en el campo, Argentina es otra, pero hay veces en las que lesiones o expulsiones de jugadores clave hacen que los partidos den un giro inesperado.

Chile fue la selección que mejor jugó durante la Copa. Siempre hizo y buscó un fútbol muy ofensivo. A priori todos pensábamos que Sampaoli iba a sacar a Valdivia y poner un mediocampista más defensivo, pero fiel a su estilo, jugó de la misma manera. No presionó tan arriba, así no quedaba expuesto atrás. Cada salida Argentina la cortaba con faltas tácticas, lo cual le permitía reagruparse bien. Hizo un muy buen planteo y a medida que pasaron los minutos y con la salida de Di María, a Argentina se le hizo difícil llegar a pesar de que en los últimos minutos tuvo claras chance.

Es difícil encontrar una figura, pero por ser Chile el campeón tiene que salir de esa selección. En ella encontramos a muchos jugadores con un muy buen nivel. Vidal, Vargas, que fue el goleador junto con Guerrero, Alexis, Valdivia, Aránguiz y Medel. Cada uno en su función desplegó un gran nivel.

Finalizó una Copa América muy pareja, que fue el preámbulo de unas Eliminatorias muy difíciles.

MI COLUMNA - POR DIEGO FORLÁNDIEGO FORLÁN