Publicidad

La "casita" que le cambió la vida a Dibble

Compartir esta noticia
Nicolás Dibble. Foto: Archivo El País
Archivo El Pais

Cuando empezaba su carrera en Nacional se tuvo que volver a Colonia; hoy es un campeón.

Las historias que giran en torno a Plaza Colonia y sus futbolistas abundan. Siempre abundaron en un equipo humilde, que con mucho sacrificio la viene luchando hace tiempo para estar al día con todas sus obligaciones e ir creciendo con pasos cortos, pero firmes. Ahora, esas historias empezaron a tomar vuelo, a hacerse conocidas.

Nicolás Dibble es el dueño de una de esas sucesos particulares. Pese a que la gran figura del conjunto que conduce Eduardo Espinel es el equipo, el delantero es un jugador diferente. Sin dudas es uno de los mejores futbolistas de la temporada. Y lo demostró desde el inicio. Es que el primer triunfo de Plaza en su regreso a Primera División fue contra Liverpool, en Belvedere, en la segunda fecha del Torneo Apertura, y la estrella de ese partido fue Dibble. Jugando como mediapunta enloqueció a los negriazules, que seguramente no se olvidaron del número "11".

Oriundo de Colonia del Sacramento, y con 22 años recién cumplidos, Dibble jugó al baby fútbol en Peñarol, Plaza y Juventud, todos equipos del departamento. Luego, defendiendo a la selección departamental, fueron campeones venciendo a la Liga Interbalnearia, en Florida. Ahí fue que lo vio en acción el ojeador tricolor Walter López, que lo acercó a Nacional: "Él me iba a esperar a la terminal porque yo iba a entrenar entresemana. Me ficharon y yo me iba a ir a vivir a la casita que tiene Nacional para los juveniles, que queda en 8 de Octubre. Pero resulta que mi tía me llama y me dice Nico, mirá, ¿para qué te vas a ir a la casita si yo estoy en Montevideo? Venite. Entonces llamé a Nacional y avisé que no me iba a quedar en la casita, que me iba a lo de mi tía. Resulta que ligo mal porque a mi tía le sale un laburo en el Conrad de Punta del Este y le servía. Cuando fui a avisar a Nacional sobre esta situación, ya había mucha gente esperando para ir a vivir en la casita y ahí me tuve que ir de Nacional porque no tenía dónde quedarme. Era entendible, porque yo ya había dicho que no me quedaba en la casita. Después, incluso, me llamó el profe de esa época, creo que se llamaba Alejandro, para que viajara todos los días, pero era un garrón, porque también tenía que estudiar... Ahí no fui más a Nacional".

Tras estar un año sin estar en un equipo y yendo a una escuelita de fútbol, Dibble se fue a Nacional de Nueva Helvecia, donde jugó de Sub 15 hasta Primera. De ahí pasó a Defensor Sporting de la capital, donde jugó en Sub 16, Quinta y Cuarta. Por problemas familiares tuvo que regresar a Colonia. "Ahí fue cuando me puse a laburar en la construcción, después de delivery y pensaba que el fútbol no era para mí, por eso dejé", recuerda. Pero el bichito del fútbol le volvió a picar y se sumó, en la B, a la Cuarta de Plaza Colonia. En 2014, ya con Carlos Manta y Roberto García al frente de la institución, lo ascendieron a Primera, donde el domingo levantó la Copa del Clausura. ¡Vaya si era para vos el fútbol, Nicolás!

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Nicolás Dibble. Foto: Archivo El País

PLAZA COLONIAJUAN PABLO ROMERO

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad