El volante se fue de gira por España cuando jugaba en Peñarol y ya no regresó. Se quedó con lo puesto hasta que “Kili” González le llevó la ropa

Luego de 12 años de fútbol europeo, Mariano Bogliacino regresó al terruño natal y volverá a vestir la camiseta de los "patas blancas" de Plaza Colonia.

"Después de tantos años queríamos volver, estábamos cansados. Estoy muy contento de llegar otra vez a Plaza, que es mi casa", contó Mariano.

"Hubo algunas tratativas, pero luego decidimos con mi familia que de jugar en Uruguay lo iba a hacer en Plaza. Fue una decisión muy linda porque vuelvo al club en el que nací como jugador y me formé como persona. Para mí es algo muy emocionante", añadió el volante que jugó cinco años en Napoli.

"Fueron muchos años afuera, algo muy lindo. Hice una carrera que ni yo pensé hacer", reconoció. Y contó cómo se dio la primera oportunidad de ir a un club del viejo continente. "Yo estaba de gira con Peñarol por España. Estando acá mi representante, Pablo Bentancur, me había comentado que estaban trabajando en España, pero me enteré de la chance de pasar a Las Palmas estando allá. Para mí llegar a Europa era un sueño. Y cuando me lo dijeron, me quedé allá. No volví con Peñarol. No tenía ni ropa. Andaba con la ropa de Peñarol. Compré alguna cosa, pero a los diez días fue el "Kili" Cristian González y me llevó ropa. Jugamos un año juntos en Las Palmas", relató.

Luego Bentancur lo llevó a Italia, pero sin equipo. Estuvo entrenando hasta que apareció la posibilidad del Sambenedettese, de la serie C. "Allí estuve con otros dos uruguayos, Nicolás Amodio y Germán Domínguez. Ese año habían bajado a Napoli y nosotros los enfrentamos cuatro veces. En ese campeonato anduve muy bien y me llevó Napoli". Jugó en el equipo del sur y al otro año subieron a la B y luego, al siguiente, a la A. "Salimos segundos, porque también estaba Juventus en la Serie B, pero subimos derecho. Con Napoli jugué todo: desde la C hasta la Champions. Deportivamente jugar en Napoli fue lo máximo. Estábamos en la Serie C y jugábamos con 35 o 40.000 personas. Es una ciudad que vive para el fútbol. La gente se olvida de los problemas si a Napoli le va bien y si el equipo va mal, todo está mal. Es una ciudad divina y deportivamente me fue muy bien".

Tras más de una década en Italia, Bogliacino domina el idioma a la perfección, aunque sus hijos, todos tanos, lo corrigen a menudo. Celeste (de nueve años) y Francesco (siete) son napolitanos, mientras que Tomás (cuatro), nació en Verona. "Tendremos que hablar en italiano en casa para que no pierdan el idioma, como hacíamos cuando estábamos allá que hablábamos en español. Por suerte, cambian el chip enseguida y hablan los dos idiomas", aseguró. "Están muy contentos con los primos, los tíos y los abuelos. Como veníamos una vez al año estaban en contacto con la familia".

El volante encontró muy cambiado al club donde se crió. "Hay un gerenciamiento y una directiva que están trabajando muy bien. Han cambiado tantísimo al club", dijo con tono itlaliano. "Ojalá podamos mantener la categoría, sería importante para seguir mejorando en muchas cosas", se ilusionó.

"Encontré a Plaza convertido en un club del departamento. Ahora mucha gente lo está apoyando y eso es muy importante. Y los jugadores son de acá, de diferentes lugares del departamento", dijo el hombre nacido en Colonia del Sacramento hace 35 años. "Es como dice el slogan: "Soy Colonia", agregó.

"Plaza es un equipo muy joven, que viene jugando muy bien. Por suerte en la primera fecha se arrancó con una victoria frente a un rival directo. Y eso da mucha confianza para seguir adelante", añadió quien espera estar listo en una o dos semanas. Aunque ya está a disposición del técnico.

Bogliacino pudo hacer la diferencia económica que los futbolistas van a buscar a Europa. "No me puedo quejar, estoy bien. Hice las cosas bastante prolijas y no me gustan los lujos. Siempre tuve gente al lado mío, como mi cuñado Fernando González, que me guio muchísimo. Tener gente de confianza que te haga mantener los pies sobre la tierra es clave para un jugador. Sobre todo cuando se gana mucha plata". Tiene su casa en Colonia, pero en sus planes está irse a vivir a Punta del Este. "Mi mujer, Florencia, fue muy importante en la decisión porque por unos meses vamos a estar separados".

En su primera etapa en Plaza, Mariano jugó con Eduardo Espinel, a quien reencontró convertido en el técnico del equipo. "Está trabajando muy bien. Antes del primer partido frente a Rentistas estuve en la charla y habló muy bien. Y está trabajando perfecto. Los jugadores tienen hoy la posibilidad de aprovechar la oportunidad que nosotros no tuvimos de chicos: la de estar un cuadro profesional".

Cuando Edinson Cavani y Matías Britos llegaron a Napoli, Bogliacino fue cedido a préstamo al Chievo Verona. Con los que sí jugó fue con Walter Gargano y con Marcelo Zalayeta. En Italia defendió seis camisetas. Además de las de Napoli y Chievo, vistió las de Bari, Lecce y Martina Franca. La última experiencia italiana no resultó como esperaba y por eso decidió adelantar el regreso seis meses.

"Boglia, Boglia, il dieci giusto per noi", dice la canción que le dedicaron en Napoli y que tiene grabada. (Un número 10 justo para nosotros). "Al principio costó usar la de Maradona, la gente me lo hacía saber. Me decían que estaba usando la camiseta de su máximo ídolo. Era una camiseta muy pesada, pero por suerte las cosas salieron bien", contó el papá de Celeste, Franceso y Tomás.

HistoriasSILVIA PÉREZ