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Battiston: el francés que volvió de la muerte

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Héctor Resola, Patrick Battiston, Pierre Sarratia y Yannick Stopyra

HISTORIAS

El exzaguero de la selección de Francia estuvo en Montevideo junto a Yannick Stopyra, otro crack galo. Ambos se fueron encantados con lo que vieron en cancha.

De izquierda a derecha: Héctor Resola, Patrick Battiston, Pierre Sarratia y Yannick Stopyra en la cafetería del Club Náutico.
Mundial de 1982. Battiston toca la pelota por el costado de Schumacher y el arquero alemán sale a romper todo.
Schumacher impactó con toda su fuerza a Battiston, quien quedó desmayado.
Battiston fue retirado en camilla y Michel Plattini lo acompañó muy preocupado.
Patrick Battiston hoy. "A Schumacher lo perdoné. Él se disculpó, pero muy poco", dijo a Ovación.

No es el Café de la Paix, sin embargo, los cuatro hombres que están sentados y comparten mesa en una tertulia típica de cualquier tarde parisina, hablan perfectamente el francés. Y polemizan sobre fútbol. Solo que en vez de discutir sobre lo que sucedió entre el PSG y el Mónaco, lo hacen sobre lo que vieron en el Parque Viera, entre Wanderers y Boston River, y analizan las decisiones de Daniel Fedorczuk, después de ver a Peñarol y Defensor Sporting por el Clausura uruguayo.

Patrick Battiston, Yannick Stopyra, Pierre Sarratia, franceses de pura cepa y Héctor Resola, más uruguayo que el mate, intercambian opiniones y debaten. Lo hacen apasionadamente, como siempre, porque el fútbol sigue siendo el hilo conductor de una amistad que lleva más de cuarenta años.

El punto de encuentro fue el Club Náutico de Carrasco y Punta Gorda. Hubo cena “con gente de fútbol”, como bien apunta Resola, anfitrión de lujo. Y no miente. Testigos secundarios lo avalan: “Cacho” Blanco, Carlos Curbelo y el profesor Carlos Novelli, también debatieron y polemizaron durante una larga jornada.

La visita de Battiston y Stopyra lo ameritaba. Símbolos de la selección francesa de los ‘80, llegaron casi de incógnito al Uruguay.

“Vinimos a ver fútbol, a recorrer, a visitar a los amigos y a estar cerca de la Fundación Crecer, que funciona en Buenos Aires”, dice Battiston, el que lleva la voz cantante.

“Es una fundación que busca captar jugadores jóvenes, que tiene sus propios futbolistas y que busca colocarlos en el mundo, siempre apuntando al mercado francés”, agrega Stopyra, otro exseleccionado francés de dilatada trayectoria.

“Nos vamos sorprendidos por lo que hemos visto. Recorrimos las instalaciones de Nacional, en Los Céspedes, y son de primer nivel, excelentes y también estuvimos en el Complejo Devoto (en Camino Pichincha) y nos sorprendimos por sus canchas, los vestuarios, las instalaciones que tiene el club (Náutico)”, dijeron los visitantes.

Pierre Sarratía -encargado del área metodológica de Nacional- casi un uruguayo más, compartió las vertiginosas 48 horas de sus coterráneos en Montevideo. Resola también. Amigos son los amigos, y se nota.

“Nos gustó lo que vimos”, asevera Battiston. Y se refiere a su periplo por las canchas. “Fuimos a ver Wanderers y Boston River, y vimos Peñarol con Defensor. Dos buenos partidos, se juega bien, hay buenas propuestas y el fútbol uruguayo es muy directo, siempre busca el arco de enfrente, es frontal, van mucho hacia adelante”, explica el exzaguero de la selección de Francia.

Todos, de una manera u otra, admiran al fútbol uruguayo, y a sus futbolistas. “Por la actitud, por su entrega, eso hace la diferencia”, apunta Battiston. Y no puede dejar de nombrar a Edinson Cavani: “Es mi ídolo. Es un verdadero espejo para los más jóvenes, es un ejemplo a seguir por todo lo que hace dentro y fuera de la cancha. ¿Neymar? No... para mí es más Cavani. Es un delantero letal, es la imagen de lo que vimos aquí. Va siempre al frente, tiene el arco entre ceja y ceja”, agrega, el hoy coordinador de juveniles del Girondins de Bordeaux.

"El fútbol uruguayo va al frente. El ejemplo más claro es Cavani: es más que Neymar"

Patrick Battiston hoy. "A Schumacher lo perdoné. Él se disculpó, pero muy poco", dijo a Ovación.
Patrick BattistonExfutbolista francés

Battiston jugó con Francia tres Copas del Mundo (’78-’82-’86) pero, sin dudas, la que más recuerda es la de España, cuando vivió uno de los peores momentos de su carrera. Francia y Alemania jugaban su partido en semifinales, en Sevilla. Y el mundo del fútbol se conmovió. Se paralizó durante varios minutos cuando se vio una de las jugadas más duras que se recuerde en la historia de los mundiales. El brutal puntapié del arquero alemán Harold Schumacher lo dejó inconsciente, con su mandíbula fracturada, varias piezas dentales menos y severo daño en varias vértebras de su columna. Estuvo inactivo seis meses. “Fue duro, muy duro. Marcó mi vida profesional y personal, pero es historia pasada, olvidada y ya perdonada”, dice hoy 35 años después del choque. “¿Si Schumacher me pidió disculpas?... Un poquito... casi nada”, agrega el exdefensor francés.

“De todas formas, lo que más me dolió de aquel partido fue que terminamos perdiendo ante Alemania y éramos un excelente equipo, que merecíamos haber llegado a la final por el fútbol que habíamos desplegado”, recuerda en Montevideo.

Dos años después de esa incidencia con graves consecuencias, pudo levantar la Eurocopa con su selección.

Battiston y Stopyra compartieron años en el Girondins y también en la selección. Siguen siendo amigos, y ambos abrazan el fútbol con la misma pasión. Esa pasión los trajo al Uruguay, para ver, recorrer y captar jóvenes para la Fundación Crecer.

Se llevaron una grata impresión en su recorrida. Y confirmaron que el fútbol uruguayo -castigado, pobre, menospreciado- mantiene en alto su prestigio. “Ustedes son un ejemplo a seguir. Un país tan pequeño, con tantas figuras a nivel mundial, debe ser un caso único en el mundo”, afirman en esa mesa que se armó frente al Río de la Plata.

Los franceses quedaron encantados con lo que vieron. Y la Fundación Crecer ya no mira solo a la Argentina, puso sus ojos sobre los jóvenes uruguayos con proyección de futuro.

La polémica continuó hasta altas horas de la noche. Sobfre la mesa, apuntes, cuatro tazas de café, y mucho fútbol. Nada del Girondins, del Metz, del PSG, del Mónaco o del Bordeaux. Se habló de Wanderers, de Boston River, de Peñarol, de Defensor, y de la infrastructura que tiene Nacional. Fútbol uruguayo puro y duro.

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