Si hay algo que caracteriza a Diego Forlán es la autocrítica y su gran poder de síntesis.
En una frase, definió la ajustada victoria del sábado, de Peñarol ante Danubio: “si no hacemos tres o cuatro pases seguidos, es muy difícil hacer un gol”.
Apenas 24 horas después, Iván Alonso fue también muy anlítico tras la goleada de Nacional ante Defensor. “Lo liquidamos con ambición”. Y ninguno le erró. Porque tanto uno como el otro, tienen una notable capacidad para analizar los partidos.
Esa es, entre otras cosas, la gran difrerencia que separa a Nacional de Peñarol. Y va mucho más de esos tres puntos que marca la tabla de posiciones. Está en el juego, en lo que plasman en la cancha, en lo que logran en el juego, y en lo que generan de cara al arco rival. El tricolor le llega por todos lados a sus rivales, el aurinegro, no, rema como loco para poder llegar al gol. Lo dijo Diego, claro.
DESDE EL ARCO - JOSÉ MASTANDREA