Llegó en 2011 y el club estaba tan comprometido que le hicieron firmar dos contratos: uno para la A y otro para la B.

Guillermo Almada cumplió ayer cuatro años en la dirección técnica de River Plate. Tras el alejamiento de Juan Ramón Carrasco y dos breves pasajes de Eduardo Del Capellán y Carlos María Morales, los dirigentes encabezados en aquel momento por Juan José Tudurí, fueron a buscar al exvolante, que ya había hecho sus primeras armas como técnico en Progreso y Tacuarembó.

Cuando en abril de 2011 llegó al club, firmó un contrato por si el equipo seguía en Primera División y otro para Segunda, porque los darseneros estaban muy comprometidos en el descenso. Faltaban siete fechas, estaban a un punto de descender y les quedaban por delante partidos muy complicados: Liverpool en Belvedere, donde se hacía muy fuerte; Nacional, y un partido atrasado con Peñarol, entre otros. Por eso la inquietud de los dirigentes, que le hicieron rubricar dos acuerdos.

Empataron con Liverpool y le ganaron a los dos grandes, convirtiéndole cuatro goles a cada uno (4 a 2 a Nacional y 4 a 1 a Peñarol). De los 21 puntos que quedaban por disputar cuando asumió Almada, hicieron 17 y se salvaron. "Fue bastante milagroso", recuerda hoy el técnico que llegó con Darwin Quintana y Leonel Rocco como ayudantes y el profesor Luis Betolaza como preparador físico al club que nació en la Aduana. Los dos primeros también festejan cuatro años en el club, mientras que en ese lapso estuvieron en la preparación física, además de Betolaza (hoy en Nacional), Marcelo Tulbovitz y actualmente Gonzalo Barreiro.

"¿Cual es la receta? El trabajo, no hay otra cosa. Y los jugadores que son las grandes artífices de todo esto. El convencimiento de los futbolistas sobre lo que hacemos", aclaró Almada sobre su continuidad. "Y los resultados, porque si no se hubieran dado los resultados ya no estaríamos acá. Los entrenadores vivimos de los resultados. Por más proceso de juveniles que haya y por más cantidad de juveniles que hayamos hecho debutar en Primera, y por más cantidad de jugadores que hayan sido transferidos, los resultados siempre son vitales para los entrenadores", agregó.

Con Almada como entrenador River Plate terminó siempre en los primeros puestos del Campeonato Uruguayo. Y fue vicecampeón del Apertura 2013-2014. También clasificó dos años seguidos a la Copa Sudamericana, todo un récord para la institución. Durante sus cuatro años al frente del club, Almada dirigió 127 partidos, de los que ganó 65, empató 29 y perdió 33. Su equipo convirtió en el mencionado lapso 218 goles y recibió 149. Ganó un total de 224 puntos, lo que significa que obtuvo el 59,8% de las unidades que disputó.

De la mano de Almada, los darseneros obtuvieron su único torneo oficial organizado por la AUF, fue el Campeonato Preparación en el 2012. En la final de dicho torneo, disputada en Rivera, River Plate derrotó a Peñarol 2 a 1. Para otros clubes puede parecer un torneo sin importancia, pero los hinchas del equipo darsenero lo consideran muy importante porque es el único trofeo en sus vitrinas. Y suelen recordarlo en cada aniversario.

Hoy la gran meta de River es clasificar a la Libertadores, algo que nunca logró en su historia. Es más, en la temporada pasada los darseneros igualaron con Nacional en puntaje en la Tabla Anual. Pero por diferencia de goles fueron los tricolores los que clasificaron a la Libertadores. En la última fecha Nacional venció a Fénix 4 a 0 y River Plate derrotó a Defensor Sporting 3 a 1. Por un solo gol de diferencia los darseneros no pudieron cumplir con su sueño de jugar una Copa Libertadores.

"No digan nada, que si no los jugadores me piden las masitas", bromeó Almada tras el trabajo táctico que realizaron los darseneros ayer por la mañana en su complejo de Colón.

Nadie del club se acordó de la fecha, pero Almada y sus colaboradores lo tenían claro y ya lo habían comentado en el vestuario. Es que el entrenador celebró sus cuatro años en el club como puntero del Clausura y preparando el partido frente a Peñarol, colíder del torneo.

"Es un partido muy importante, pero se dé el resultado que se dé no es definitorio porque falta todavía más de la mitad del campeonato", dijo Almada sobre el partido del domingo a Ovación.

River y Peñarol son muy parejos: tienen los mismos puntos en el Clausura y en la Anual y ambos vienen de ganar pero sufriendo en el último partido: los darseneros frente a Fénix y Peñarol ante El Tanque Sisley.

Almada sabe que lo que suceda en la mitad de la cancha puede ser determinante el domingo. "Peñarol tiene allí jugadores muy importantes. Tony (Pacheco) es un buen pasador y un gran lanzador. La mitad de la cancha es siempre una zona vital", analizó.

"Son partidos donde juega el dramatismo, la posición en la tabla, el dejar todo en cada pelota. Nosotros vamos a intentar hacer el juego que venimos tratando de hacer hace unas cuantas temporadas", afirmó Almada cuyas consignas no han variado: la posesión de la pelota y la agresividad a la hora de la recuperación.

River PlateSILVIA PÉREZ