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Alex Silva: la revancha

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Sonrisa. La de Alex Silva tras haber pasado la revisión médica. Foto: Ariel Colmegna.
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De adolescente era bajito y tras probarse en varios cuadros sin suerte, estuvo cuatro años sin jugar.

"Por momentos pensé que dejaba definitivamente porque no me salían las cosas", contó Alex Silva, quien ayer pasó la revisación médica y hoy se presentará a entrenar por primera vez y firmará su contrato con Peñarol.

"Era chico físicamente y había gurises de mi edad que eran más grandes, con otro físico, y yo no podía creer que no pudiera jugar más al fútbol, que era lo que me gustaba", rememoró el lateral sobre el momento más complicado de su carrera. Era sólo un adolescente y se probó en Wanderers, River Plate, Danubio y Rentistas, pero ninguno le dio la posibilidad de quedar. Entonces sintió que su sueño de ser futbolista se acababa. Y estuvo cuatro años sin jugar.

Durante ese tiempo trabajó con un amigo en la construcción y jugaba al fútbol, pero como cualquier muchacho, con sus amigos. Fue Leonardo Ramos, entonces técnico de Progreso, quien lo rescató y lo llevó a jugar a la Cuarta División del equipo del Pantanoso. Enseguida subió a Primera y fue un pilar en el ascenso del "Gaucho" a la A.

Cuando Ramos se fue del club, Alex se quedó seis meses más, pero llegó un momento en que les debían siete meses y él tenía una hija que mantener. Con su representante (Álvaro Escames) decidieron que se fuera y pasó a entrenar en la Mutual. Tenía sólo 20 años y el sueño parecía volver a desvanecerse.

Pero su representante le consiguió un lugar en Wanderers. Al principio estuvo seis meses entrenando sin jugar porque Mauricio Gómez, que era el lateral derecho, andaba muy bien en el equipo que salió campeón del Clausura en la temporada 2013-2014. Cuando Gómez se fue al fútbol argentino llegó su momento. El resto es historia conocida.

"Yo de chiquito soñaba con jugar en Peñarol, pero después de haber estado cuatro años sin jugar, no me parecía posible. Todavía me parece increíble", reconoció Alex.

"Al principio estaba un poco nervioso, pensaba que quizas no se me iba a dar, pero después cuando empezaron las reuniones con mi representante me quedé más tranquilo", contó sobre cómo vivió los días previos al pase.

"Lo del exterior lo tenía en cuenta, pero cuando me reuní con Álvaro (Escames) me dijo que la prioridad era Peñarol y yo como hincha tenía muchas ganas de jugar en el equipo. Peñarol es otra vidriera y me van a ver de más lugares, ya tendré la posibilidad de irme", dijo con madurez. "También influyó que mis representante ya habían llevado varios jugadores a Peñarol", agregó quien recién el sábado, después de hablar con Juan Ahuntchain y Walter Pereyra, se dio cuenta que el sueño de jugar en Peñarol se hacía realidad.

El hecho de que en el equipo auriengro tendrá más posibilidades de jugar que en Nacional, que también lo quería pero donde iba a ser suplente de Jorge Fucile, también incidió en su decisión.

Que para Da Silva la proridad fuera Aguirregaray, no le preocupa. "Era lógico porque venía de ser campeón con ellos. Yo seguí entrenando y si me tenía que quedar en Wanderers lo hacía gustoso. Al final salió y estoy muy contento".

Hoy, cuando Silva llegue por primera vez a Los Aromos, se encontrará con varios excompañeros, quienes seguramente la harán la adaptación más sencilla. "Hay una banda de Wanderers; con Maxi Olivera soy muy amigo y hemos estado hablando por teléfono todos estos días. Me contó muchas cosas sobre Peñarol. Cosas nuevas, a las que seguramente tendré que adaptarme. Con Nicolás (Albarracín) también compartí cancha y con Guzmán (Pereira) no jugamos juntos, pero estuve seis meses entrenando con ellos cuando salieron campeones y él era el capitán. Todos ellos van a ser un respaldo para mí y eso es muy bueno", admitió quien se definió como un lateral rápido, que marca con agresividad y a quien le gusta desbordar y levantar el centro.

Familia.

Alex es hijo de Víctor Silva, quien fuera Campeón Uruguayo en 1989 con Progreso. Lo que dice Víctor es palabra santa para su hijo. "Siempre recurro a él, para que me aconseje. Cuando tengo algo que preguntar sobre fútbol lo hablo con él. Sabe todo".

El lateral sigue viviendo en Flor de Maroñas. La luz de sus ojos es su hija Sofía, de tres años. "La tuve a los 19 años y al principio no entendía mucho lo que era ser padre. Pero ahora, con el paso del tiempo, todo es muy lindo. Es muy pegada conmigo. Está todo el tiempo papá esto, papá lo otro. No vivimos juntos, pero estamos a una cuadra y la veo todos los días. Lo que más disfruto es cuando jugamos juntos. Ella dice que es mi madre y que yo soy su hijo. Je. Ojalá que la pueda ver con la camiseta de Peñarol para el primer partido", se ilusionó.

LEONARDO RAMOS, EL QUE LO RESCATÓ PARA EL FÚTBOL.

"Aún no dio todo su potencial"

"Yo soy amigo del padre y al Coquito lo conozco de bebé. Pero no por eso lo llevamos a Progreso. Ya en el primer entrenamiento vi que tenía algo diferente", contó Leonardo Ramos. "Me hacía acordar a mí, cuando jugaba de lateral en Progreso. Le gusta irse al ataque, como me gustaba a mí. Incluso estuvimos a punto de llevarlo después a Danubio. Para mí todavía no dio todo el potencial que tiene, va a terminar en una liga europea", agregó el técnico que le dio la chance a Silva de volver al fútbol. "Verlo pasar a Peñarol es un regalo, son esos regalos que nos hacen los jugadores", culminó el técnico.

"No tengo palabras para agradecerle a Leo, porque me llamó cuando no jugaba. Le voy a estar siempre muy agradecido a él y a Marcelo Suárez", dijo Alex, quien a los 17 años, de la mano del hoy técnico de Danubio, empezó en la Cuarta División de Progreso. Jugó sólo dos partidos y lo subieron a Primera. Progreso estaba en la B y con Silva como protagonista lograron el ascenso.

Semana con dos partidos.

Peñarol regresa hoy a entrenar en Los Aromos tras el partido frente a Deportivo La Coruña. Mañana jugará un amistoso frente a Juventud de Las Piedras y el viernes hará lo mismo con Lanús en Buenos Aires. Mañana se pondrán a la venta en el mercado San Telmo (Bolívar 954) las entradas para los hinchas carboneros a $150 argentinos.

En otro orden, Maximiliano Rodríguez fue operado con éxito ayer en Porto Alegre. Y hará la rehabilitación en Gremio. "Maxi" tiene la esperanza de regresar a Peñarol.

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Sonrisa. La de Alex Silva tras haber pasado la revisión médica. Foto: Ariel Colmegna.

PEÑAROLSILVIA PÉREZ

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