Publicidad

Balbi: "No llegué por Nacional, llegué por mi trabajo"

Compartir esta noticia
Alejandro Balbi
[[[[[[[ ]]]

"Para llegar a una comisión de la FIFA tenés que superar un examen de idoneidad. Te investiga una empresa privada y e indagan sobre toda tu vida".

Las palabras son de Alejandro Balbi, el segundo uruguayo que ingresa a la FIFA en la nueva administración, el primero fue el escribano Wilmar Valdez. El actual integrante del Consejo Ejecutivo de la Asociación, comentó a Ovación que si lo eligieron fue por su trabajo como secretario general de la AUF y no como consecuencia de la supuesta interna que existe hoy en el fútbol uruguayo.

—¿Cómo se obtiene un cargo en FIFA?

—Lo primero que hay que explicar es el proceso de transformación que vivió la FIFA, porque después de los insucesos de mayo de 2015, la Comisión de Reforma aconsejó que de las 26 comisiones que tenía el organismo se bajara a nueve y que ellas fueran técnicas y profesionales, no políticas como funcionaban en la presidencia de Joseph Blatter. Lo que ocurría antes es que se designaban dirigentes para tener contentos a todos y lo que quería la nueva FIFA era profesionalizar sus comisiones. Entonces, con el comienzo de la presidencia de Gianni Infantino se crearon las comisiones permanentes, que son asesoras del Consejo de la FIFA, no son resolutivas.

— ¿Quién elige a los miembros?

— Las confederaciones, federaciones o hasta el propio presidente de la FIFA, son quienes proponen los nombres de los futuros miembros de estas nueve comisiones. En mi caso, soy el primer uruguayo que integro una de las nuevas comisiones y fui propuesto por la Confederación Sudamericana de Fútbol para la Comisión de Grupos de Interés del Fútbol.

— ¿Cómo aparece el nombre de Alejandro Balbi para que sea aprobado el ingreso a la Comisión?

—Seguramente porque en Conmebol valoraron mi trabajo de los últimos tres años. Pero, ojo, que mi nombre no fue el único que la Confederación Sudamericana propuso para cargos en las comisiones de FIFA. Se hizo una lista con posibles candidatos para distintas funciones, por ejemplo Javier Zanetti para Competiciones de FIFA, Teófilo Cubillas y Arturo Salah en otras, y no todos los propuestos fueron elegidos.

—¿Y ese proceso de selección incluyó algún tipo de investigación?

—Sí, como novedad se llevó adelante una especie de examen de idoneidad. Cuando te seleccionaban como posible candidato una especie de comisión de auditoría con una empresa privada de investigación te enviaban por correo un extenso cuestionario sobre toda tu vida. El objetivo era averiguar todo el historial y había que contestar bajo juramento.

—¿Qué le preguntaron?

—Tenías que someterte a una revisión absoluta. Si tenía antecedentes, si había quebrado comercialmente, si tenía juicios personales pendientes, si tenía relaciones con la FIFA. Era un extenso y profundo cuestionario. Recién superada esa instancia ingresás a la comisión y ellos se guardaban el derecho de no especificarte las razones de una negativa. Y este examen es el que tuvieron que superar los integrantes del Consejo de la FIFA, entre ellos Wilmar Valdez.

—¿Cuál es el fin de esa Comisión?

—Fue creada para asesorar y asistir al Consejo Ejecutivo en todos los asuntos relativos al fútbol, particularmente en lo referente a la estructura de este deporte y las cuestiones técnicas. La comisión se ocupará de las relaciones entre clubes, jugadores, ligas, federaciones miembros, confederaciones y la FIFA, calendarios, transferencias. En fin, un amplio espectro.

— ¿Alguna vez tuvo entre sus proyectos terminar en el máximo organismo del fútbol mundial?

—Sí, ser dirigente de fútbol es vocacional, lo traigo desde los 16 años por culpa de mi abuelo que me dio mi primer carné de fútbol como colaborador de El Tanque. Después, cuando vas creciendo, te vas metiendo en el mundo fútbol y querés dar nuevos pasos. Es como en todo lo que hacés en la vida, si te gusta lo hacés nunca te querés quedar estancado. Como todo dirigente, entonces, la meta es la FIFA; es como el Vaticano para un sacerdote. Ser presidente de Nacional lo sueño como hincha y como socio, pero son caminos independientes que no son incompatibles. Estar en la FIFA, emocional y moralmente, es enorme. Es donde quería llegar, porque más allá de que es un cargo honorario, voy a poder defender a Uruguay y a Sudamérica desde adentro.

—¿Cree que la interna política que existe en Uruguay llevará a mucha a gente a considerar que si está hoy en la FIFA es por el supuesto poder que tiene Nacional en la AUF?

—La decisión de la FIFA, de su presidente Gianni Infantino de designar a los miembros de las comisiones no tienen nada que ver con lo que se habla en Uruguay de la lucha política o del peso de tal o cual club. En FIFA no tienen ni idea de que en Uruguay hay análisis de ese tipo ni de qué equipos son hinchas las personas que llegan a las comisiones. Cuando se designa a alguien es por lo que hizo, en mi caso supongo que lo que se tuvo en cuenta es el trabajo que he realizado como secretario general de la AUF y de mi actividad internacional.

—¿Cómo se ganó el reconocimiento de Conmebol y de FIFA?

—Haciendo lo que hay que hacer: trabajando. A Uruguay siempre se le criticó que no mandaba a las mismas personas a las reuniones internacionales, en este caso se hizo. Hoy en todo el mundo saben quién es Wilmar Valdez y a quién hay que llamar cuando aparece algo relacionado con Uruguay. Yo no dejé de aportar mi trabajo, concurrí a congresos, reuniones y muchas veces costeándome todo. Marqué presencia por Uruguay incluso en encuentros a los que quizás no tenía que ir.

PERFIL.

Nacional y el Tanque

Alejandro Balbi tiene 55 años, es abogado penalista, ocupa el cargo de secretario general de la AUF, hincha y ex dirigente de Nacional, pero también nieto y sobrino de los fundadores de El Tanque, club en donde comenzó a hacer sus primeras armas como dirigente a los 16 años. “Hoy estoy donde quería estar. Claro que uno de mis sueños sigue siendo ser presidente de Nacional, pero ya habrá tiempo para resolverlo”, dice el actual dirigente de FIFA, y apunta: “ser dirigente de la AUF te da fama pero no prestigio, se es dirigente porque uno ama esto, ama el fútbol, no por otra cosa. Y eso lo aprendí desde muy chico con mi abuelo, yo empecé a querer el fútbol desde niño, e hice todos”.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Alejandro Balbi

ENTREVISTAEDWARD PIÑÓN

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

AUFNacionalAlejandro Balbi

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad