Uruguay vengó la polémica eliminación de la Copa América a manos de Chile con un contundente 3-0 en el Centenario. Godín, "Palito" Pereira y Cáceres anotaron los goles celestes.

Iba 1’ 45” -sí, un minuto y cuarenta y cinco segundos- y Chile había llegado dos veces hasta el arco de Uruguay.

Es más, para que ese inicio no quedara como un arrebato, una ráfaga o u mero producto de las circunstancias, a los 4’ los chilenos habían fabricado tres llegadas a la valla rival: en dos remataron desviado y en la tercera Muslera conjuró la situación con buena atajada.

No fue todo. Al contrario. Casi todo el resto del partido no fue ajeno a la geografía del arranque, al menos hasta después del tercer gol celeste, luego del cual Chile pareció sentir el impacto, o la bofetada de la realidad: campeón de América y todo, en buena ley, otra vez -y como casi siempre- perdía en el Centenario; e, incluso, de no haber sido por un gol que se perdió el “Cacha” al final, y una también gran atajada postrera de Bravo ante soberbio de Sánchez, hasta pudo haber perdido por 4 a 0, igual que la tarde que Suárez metió los cuatro.

Tan fue así que, por lo general, si un néofito hubiese entrado al Centenario con el partido empezado, ante la pregunta de qué equipo era Uruguay y cuál Chile, seguro que hubiera contestado que los de rojo eran los locales y los de celeste los visitantes.

Es que Chile atacó más. Salvo esos minutos finales, con el partido liquidado, empleó más a Muslera que Uruguay a Bravo; y tuvo más la pelota, de la misma forma que debe haber estado más tiempo en campo adversario.

¿Cómo ganó Uruguay, entonces? Como siempre: con un arquero firme, dos zagueros centrales monumentales y una gran concentración y aplicación colectiva del resto, aunque hasta que Uruguay se puso 2 a 0, aún cuando suene raro, los dos volantes de armado -Lodeiro y Sánchez, el primero por el medio y el segundo hasta cayendo como punta por la derecha del ataque- no consiguieran tener gran precisión para conectarse con los atacantes: Rolan y Sánchez.

“Como siempre”, además, no significa que los chilenos “arrugaran”; no: metieron, no fueron menos hombres, no se achicaron; pero los celestes se impusieron con su tradicional contundencia, con su histórica verticalidad, y con sus armas tradicionales: jugadas de pelota quieta, cabezazos, y goles de los defensas, no de los atacantes; algo que, si se repite, tampoco es por una casualidad ni el fruto de las circunstancias.
Más aún, Chile hizo “la guerra” en un trámite caliente por partes iguales; y no se quedó en eso: por la derecha de su ofensiva, Vidal, Valdivia y Vargas complicaron mucho, sobre todo en los 45’ iniciales.

Sin embargo,ganó Uruguay, con sus armas: pelotas quietas, cabezazos, esperando y contragolpeando; y metiendo, dejando el alma. En esto, igual que los chilenos; aunque acá vale recordar la leyenda que los visitantes dejaron escrita, con razón, en el vestuario de Lima tras ganarle a Perú: “Más respeto, aquí estuvo el campeón de América”.

Anoche, los celestes pudieron dejar otra en el camarín del Centenario: “Más respeto, aquí estuvo el 15 veces campeón de América”; porque es como dijo Tabárez en Sudáfrica cuando le preguntaron por los gloriosos antepasados del fútbol uruguayo: “Algún parentesco debemos tener, aunque sea muy lejano”.

Estadio: Centenario.

Árbitro: Wilmar Roldán (COL).

Uruguay: Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Sebastián Coates, Diego Godín, Martín Cáceres (70' Gastón Silva); Carlos Sánchez, Egidio Arévalo Ríos, Mathías Corujo, Nicolás Lodeiro (59' Álvaro Pereira), Edinson Cavani y Diego Rolan (79' Nahitan Nández).

Chile: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Eugenio Mena (67' Matías Fernández); Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Mark González (65' Jean Beausejour); Jorge Valdivia; Eduardo Vargas (81' Fabián Orellana) y Alexis Sánchez.

Goles: 22' Godín (U), 61' A. Pereira (U) y 64' Cáceres (U).

Amarillas: Corujo, Godín y Pereira (U). Vidal, Medel y Sánchez (CH)

Expulsado: 90' Valdivia (CH)

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