Para los espectadores lo fue el partido entre Golden State y Cleveland, que revivieron la serie final de la pasada temporada; para los Cavaliers fue la decisión final de los Warriors y el doble de Irving que definió el juego.
¿Cortar y quedarse con la última pelota del juego o defender fuerte para mantener el punto de ventaja? Esa fue la decisión a la que se enfrentó Steve Kerr, técnico de los Golden State Warriors, a falta de 13,5 segundos. Su equipo ganaba 108-107 en casa de los Cavaliers y había perdido la pelota luego de una buena defensa local que le había hecho comerse el reloj de posesión al conjunto de Oakland.
Kerr optó por defender. Y le fue mal. Kyrie Irving (figura del partido con 25 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes) tomó la pelota, avanzó, encaró a Klay Thompson, hizo un reversible, dio un paso atrás y encestópara poner a Cleveland arriba 109-108 y dejarle a la visita 3,4 segundos para buscar la victoria.
La última bola la tuvo Kevin Durant, pero ni siquiera logró tirar al aro y los Cavaliers se quedaron con el punto, el quinto triunfo consecutivo y el liderato en la Conferencia Este.
Para Golden State significó apenas su quinta caída y ver cortada una racha de siete victorias consecutivas.
LeBron James colaboró con 31 puntos y 13 rebotes en Cleveland, en tanto Kevin Love fue el otro socio de Irving al aportar 20 unidades y seis rebotes.
El trío Stephen Curry (15), Thompson (24) y Durant (36) se combinó para 75 puntos en Golden State.
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