Si Dietrich Mateschitz sacara a sus dos equipos (Red Bull y Toro Rosso) del Campeonato Mundial de Fórmula Uno, cuando expire su contrato con Renault al final de 2016, dejaría a la categoría potencialmente con nueve equipos para el año 2017. Diez equipos proveen veinte autos y si llega el nuevo team Haas lo llevaría a once.

Si Renault se retira debido a la mala publicidad que está obteniendo debido a la baja performance de sus motores, la Fórmula Uno solamente tendría tres motores, de los cuales solo dos son de competición, Mercedes y Ferrari.

Pero hay un obstáculo, para que Mateschitz deje la Fórmula Uno: sus equipos están contratados por los dueños de la categoría, la empresa CVC, hasta el año 2020 por una suma anual superior a los 70 millones de dólares.

La penalidad por dejar este contrato es superior a 200 millones.

Por supuesto que al billonario esto no le hace mella ninguna y se habla de que la mejor solución para ambas partes sería la venta de los dos equipos.

Mateschitz, no es un "racer" de alma, como Williams, Ferrari o Sauber y solamente le interesa el marketing y la publicidad para sus bebidas energizantes, pero combustible en las venas no tiene.

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