Es muy interesante apreciar como Lewis Hamilton pudo maximizar la efectividad del poderoso motor de su Fórmula Uno, logrando una ventaja sobre sus competidores. Esa ventaja se veía cuando Hamilton brillantemente mantenía su velocidad a la entrada de una curva lenta, aún con un poco de subviraje (que el auto se fuera de trompa). Cuanto más velocidad mantenía, antes de pivotar el auto, menor aceleración se requería a la salida y menos combustible consumía.

Por ejemplo, en Sepang 2014, a la mitad de la carrera Hamilton había utilizado 47.7 kgs. de los 100 kgs. permitidos de combustible. Rosberg ya había utilizado 49.3 kgs. y estaba 12 segundos detrás. La química y el talento se conjugan para crear un gran piloto. Hoy hay muchos elementos complicados en el juego de la Fórmula Uno.

Lewis Hamilton se ha vuelto un experto en esto y para mí, es candidato para el certamen de 2015.

Mi opinión