El debut de un campeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso,es uno de los atractivos de la competencia, que reunirá a 32 hombres y una mujer.

La cuenta regresiva llegó a su fin y hoy se largan las 500 Millas de Indianápolis, la carrera más famosa de Estados Unidos, que este año tendrá la presencia de un campeón mundial de Fórmula 1, el español Fernando Alonso, probando la experiencia de la velocidad pura.

Son 200 vueltas a un óvalo de dos millas y media (4.023,4 km), con solo cuatro curvas, todas a la izquierda, por lo cual las gomas de los coches tienen una ligera inclinación. En realidad, la forma del circuito es la de un rectángulo con los ángulos redondeados: hay dos rectas largas, de un kilómetro, donde las velocidades superan los 370 km/h, y dos rectas cortas, de 201 metros.

El óvalo es tan grande que en su interior cabrían la ciudad del Vaticano, la Casa Blanca, el estadio de los Yankees, la isla donde se levanta de la Estatua de la Libertad, el Coliseo, el Taj Mahal y el hipódromo que acoge el Derby de Kentucky, y sobraría espacio. Y a su alrededor hay tribunas que pueden albergar más de 350.000 aficionados. Pero en la pista no hay lugar para especulaciones o estrategias complicadas: el único secreto es acelerar.

La pole position para esta edición la consiguió el neocelandés Scott Dixon, con un promedio de 373,21 km/h. Alonso largará quinto. El ganador del año pasado, Alexander Rossi, partirá tercero. Entre los 33 participantes habrá una mujer, la británica Pippa Mann.

AUTOMOVILISMO